Hola a todos amigos alquimistas. Llevaba tiempo dándole vueltas a hacer estas galletas caseras, que aunque yo sabía como hacer galletas de mantequilla, estaba harto de comer las de avena industriales, y ni que decir tiene, que estas están de 10 exquisitas al lado de cualquiera que escojáis del mercado de galletas de avena. Esto es un dulce, no os olvidéis, hay que consumirlas con moderación puesto que llevan mucha mantequilla y mucho azúcar, y si lo sustituís por otra cosa, la galleta no queda igual, se expande en la bandeja porque no está consistente la masa y no saben igual, lo siento pero es así porque he experimentado, así que dos en el desayuno o a media mañana y como dicen en mi tierra... AJUIR! ( a huir!). Vamos al lío.
Para la elaboración de esta receta, necesitamos;
- Preparado de harina para bizcocho, 150grs.
- Avena en copos, 280grs.
- Azúcar blanco, 120grs.
- Azúcar moreno, 50grs.
- Mantequilla sin sal, 190grs.
- Huevo tamaño L, 1 ud.
- Bicarbonato sódico, 1/4 cucharadita.
- Sal gruesa, una pizca.
- Gengibre en polvo, 1 cucharadita colmada.
- Canela, dos cucharaditas colmadas.
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º, hasta unos minutos antes de introducir las galletas, en los que bajaremos la potencia a 120/140º, acordáos de sacar la bandeja antes de calentar el horno.
Pesamos los ingredientes según las cantidades dadas en la receta; en un bol, ponemos la mantequilla que previamente debe estar a temperatura ambiente, o la calentamos unos segundos en el microondas, hasta que esté a punto de pomada, quiere decir que tenga la consistencia de una pomada y podemos trabajarla con las varillas tranquilamente.
Añadimos el azúcar blanco y el moreno, el gengibre y la canela y mezclamos con las varillas de montar, hará una crema de azúcar a la que le añadimos el huevo, y volvemos a batir, sin prisa. Añadimos la harina poco a poco, removiendo con las varillas y pasamos a amasar con la mano a forma de pala cuando la varilla no de para más.
Una vez hecho esto, recortamos un trozo de papel de cocina, y lo ponemos en la bandeja del horno, sobre la que pondremos la masa de las galletas.
Hacemos bolitas pequeñas, las colocamos sobre la bandeja y las aplastamos un poco, os dará como para doce galletas por hornada. Las tenemos en el horno con fuego bajo entre 15 y 20 minutos, 17 es el número perfecto, tras lo cual sacaremos la bandeja del horno y colocaremos las galletas sobre una rejilla para enfriarlas. Volvemos a repetir el proceso desde las bolitas de masa hasta acabarla toda.
Es conveniente guardarlas en una lata o bote hermético, duran un montón y no pierden olor ni sabor.
La alquimia del Fali está servida amigos, buen provecho.
Un inciso...este tipo de repostería dá un muy amplio abanico de posibilidades en lo referente a decoración e ingredientes, bañarlas en chocolate, en coco rallado, incorporar chocolate picado en la masa, blanco o negro o con leche... hacerles un glaseado...yo las espolvoreo con ajonjolí antes de meterlas en el horno y con un poco de sal gruesa por encima, quedan deliciosas...gracias y hasta el próximo post.